lunes, 8 de agosto de 2011

Las plantas que curan...


ANÉMONA
(Anémone) (Anémone Pulsatilla)

El nombre de esta planta viene del griego y quiere decir viento, porque Plinio creía que las flores de esta planta no se abren si no sopla el viento.
Dentro del mismo género existen más de ciento sesenta variedades formadas por hidratación.

Todas ellas son notables por su hermosura y su colorido carmesí listado, encarnado matizado de blanco y amarillo, lila, etc.
Si bien esta planta se usó mucho en medicina, se ha podido comprobar que no tiene las propiedades curativas que se le atribuían.
Lo que no se puede negar es que esta planta es un gran irritante local, tomando un té preparado con esta planta se producen vómitos, diarreas y abundante orina. Hace también muy sensible al dolor a varias partes del cuerpo. A dosis mayores produce hipo, embotamiento, temblor de los miembros, diarrea y orina con sangre, llevando hasta a la muerte.
Por todo esto aconseja no usar la anémona sino con mucha prudencia.
La más usada de las variedades de esta planta es la negra. Es irritante, se recomienda contra las manchas de la córnea y otras enfermedades de los ojos.
Conviene no tomar nunca esta planta por la boca.
El agua destilada de la llamada variedad hepática sirve para quitar las pecas de la cara.
Para uso externo se emplea el jugo de las hojas frescas. Conviene mezclarlo con alcohol.
En los casos de envenenamiento por esta planta se recomienda el café.
A los animales se los cura con tisanas, lavativas emolientes y una infusión al 10 %  de malvavisco o de dulcamara.

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