Se usa el jugo exprimido de la planta, tres veces por día una cucharada grande. La orina aumenta y se limpia la arenilla del riñón.
Cuando el hígado funciona mal y el enfermo se pone amarillo, el jugo de berro hace correr la bilis e influye sobre la hidropesía.
Comido como ensalada alivia a los tísicos, reumáticos, gotosos, deshincha las glándulas, fortifica los nervios y corazón; obra como estimulante.
Mujeres embarazadas tienen que cuidarse del abuso del berro, pues puede provocar aborto por su acción sobre la matriz.
En el verano es bueno comer berro todos los días durante un mes, para asegurar una depuración de la sangre.
El uso del berro puede llevar un peligro muy grave. Si crece en algunas aguas de poco movimiento, sobre el berro se desarrolla caracolillo y otros insectos acuáticos, que lo pueden contaminar con microbios de la fiebre tifoidea. Para evitar el peligro, el berro se remoja durante 5 minutos en una solución de ácido tartárico al 2 %; después de lavarlo en agua, se puede comer sin peligro.
Es bueno buscar el berro de aguas corrientes.
En resúmen, el berro es reconstituyente y tónico porque contiene yodo, hierro y fosfatos, y por lo mismo los niños raquíticos, escrofulosos, etc., deben comerlo.
El berro es excelente para los diabéticos.
En la bronquitis da buenos resultados porque actúa por sus principios sufo-azoados.
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