Todas las partes de la belladona son venenosas y se emplea en medicina contra las enfermedades nerviosas, neuralgias, asma y coqueluche (tos frina), ataques de nervios, baile de San Vito, jaqueca y la incontingencia de la orina de los niños por sus porpiedades narcóticas y estupefactivas. Todo eso lo debe a uno de sus principios activos, la atropina.
Los frutos rojos de la belladona, parecidos a cerezas, excitan la curiosidad de los niños, y por tal motivo dicha planta no se debe dejar nunca al alcance de ellos.
Para uso interno, no se debe nunca administrar dicha planta sino bajo prescripción del facultativo.
Para uso externo, el cocimiento de hojas de belladona, 30 gramos por litro de agua, es excelente contra las hemorroides en forma de loción.
De veinte centígramos a un medio gramo en forma de té se prepara la belladona en un litro de agua y se toman tres tacitas por día para las enfermedades mencionadas.
A pesar de sus buenas cualidades, es mejor evitar el empleo de la belladona porque, como hemos dicho, es al mismo tiempo un terrible veneno.
La atropina, un poderoso veneno, se extrae de las raíces, hojas y semillas de la belladona.
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