AZULEJO
(Anciano. Flor de viuda)
(Centaurea Cynamus)
La mayor parte de la gente conoce al azulejo por haberlo visto en los sembrados de trigo, decorándolos con sus bonitas flores azules, cuya abundancia es tan perjudicial para el cultivo.
El azulejo es anual, su tallo es fuerte, resistente, erguido, velloso, ramoso y alcanza hasta ochenta centímetros de altura. Sus hojas son pequeñas, alargadas y afelpadas.
Sus bonitas flores azules están situadas en las extremidades de la rama. Dan lugar a un fruto cónico, encerrando granos muy purgantes.
Se las emplea a la dosis de dos gramos como purgante. Las flores pulverizadas son empleadas en la dosis de cuatro gramos, contra la ictericia. El agua destilada de azulejo es muy buena en las enfermedades de los ojos. El té de toda la planta, un manojo en un litro de agua es un excelente remedio para curar hidropesía.
Este mismo té pero más fuerte, es un buen remedio para curar ojos inflamados. Se ponen fomentos sobre los ojos varias veces por día y se lava con el mismo té.
Enfermedades de la lengua se sanan rápidamente con buches de azulejo, en casos grave de enfermedades de la lengua, se masca el azulejo que desinfecta, cura y cicatriza las heridas rebeldes de la misma.
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